Al medio día de hoy se conoció el nombramiento del autor con el reconocimiento por su obra que retrata la vida en la pampa chilena. Al recibir el premio, ...
Y cada uno y cada una de los que tenían la posibilidad de obtener el premio tienen en sus obras esa enseñanza que sobre todo siempre la esperanza para las niñas, niños, jóvenes que seguramente van a tomar el camino que en este momento encabeza nuestro compañero, nuestro colega Hernán Rivera Letelier”. De hecho, hasta los 11 años de edad vivió en la oficina salitrera Algorta, para luego pasar a las de María Elena y Pedro de Valdivia. Hay gente que se cree que los autodidactas escriben por la gracia divina. Pero creo que la constancia, la perseverancia fueron fundamentales. Al medio día de hoy se conoció el nombramiento del autor con el reconocimiento por su obra que retrata la vida en la pampa chilena. No, el autodidacta tiene que estudiar más y leer más que cualquier académico para poder llegar a ser algo en las letras”.
Con una obra afincada en el norte Grande, nunca ha sido del particular gusto de la crítica, aunque es un autor muy reconocido por el público e incluso ...
Eso fue lo que hizo pesar su nombre para el jurado que en su resolución estampó: “Por su capacidad de interpretar, poner en valor el imaginario e identidad del norte de Chile y la del patrimonio del territorio y de su gente con un estilo único y proyectándose como un gran contador de historias. Palabras de un hombre que en su fuero interno sentía que le faltaba ese reconocimiento que por fin le llegó. Ahí, en el calor abrasante del desierto de Atacama y los resabios de las antiguas salitreras. La obra de Hernán Rivera Letelier se afinca en lo popular, en la Pampa, el desierto, las salitreras, los trenes, los fantasmas. En entrevista con este medio, en agosto de este año, reconocía que estaba expectante, y lanzó una particular reflexión: “Siempre digo que tal vez no me lo merezca porque no tengo estudios, no tengo título, no hice ningún master. Es decir, a Rivera Letelier se le reconoció más por su valor de promover una identidad regional que por su importancia estrictamente literaria. Consultado en la rueda de prensa post premio, Rivera Letelier se refirió al tema: “He dicho un montón de veces que yo no escribo para los críticos, escribo para las mamás de los críticos. “No tenía por donde ser escritor”, ha dicho más de una vez, y que “el autodidacta tiene que leer más que cualquier académico”. Lo cual confirma que Rivera Letelier no es un transversal en las altas esferas de las literatura chilena. En ese sentido, Rivera Letelier es un escritor único y con varias obras memorables”. A sus 72 años, el jurado lo distinguió sobre todo por ser reflejo de una identidad regional más que por un criterio estrictamente literario. Con él, pasa algo similar a lo que ocurre con Haruki Murakami a nivel del Nobel: su obra es muy masiva y pop, pero en Suecia eso genera anticuerpos.
Hoy al mediodía el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio dio a conocer al ganador del Premio Nacional de Literatura 2022: el escritor Hernán ...
Desde el mismo momento de su publicación, la prosa de Rivera Letelier se instauró como una de las obras más originales y destacadas del país. Autor prolífico, describe en sus 21 libros publicados a la fecha la pampa del norte del país, la nostalgia de sus paisajes y sus habitantes en el silencio del desierto y el salitre. Esta veracidad y fortaleza en sus relatos se sostiene en la experiencia del autor, quien transitó en su infancia por las oficinas de la salitrera Algorta, María Elena y Pedro de Valdivia, vivió la adolescencia en Antofagasta y conoció Latinoamérica en su juventud.
En una ceremonia en el Palacio Pereira, el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio anunció que el galardón de este año se lo otorgaron al ...
El galardón es uno de los más esperados en el ámbito de la cultura en el país. Rivera Letelier es conocido por sus relatos ambientados en la pampa chilena, es autor de más de 22 libros y ha recibido diversos premios nacionales e internacionales. "Nunca tiré la toalla.
El chileno Hernán Rivera Letelier ganó el Premio Nacional en su país. Fue minero, insistió en su amor por las Letras y se volvió bestseller.
Esos días en Antofagasta, Rivera Letelier habló de ese tiempo escribiendo de a ratos en la mina y de cuando le mostro a un profesor sus textos y el hombre le contestó que mal mal no estaba pero que hay palabras que no se pueden usar en la literatura. Estaba internado en terapia intensiva en la Clínica de Cuyo de Mendoza. También llama la atención -y choca- que cuando se habla de las relaciones sexuales con una de la prostitutas, se habla de “ocupar”. [El líder del grupo mendocino murió a los 62 años y dejó un legado en forma de canciones. Por ejemplo: “Terminan de apagarse los sones de la canción mexicana que antecede a la que él quiere escuchar, y en tanto la aguja del tocadiscos comienza a arrastrarse neurálgica por esa tierra de nadie, por esos arenosos surcos estériles que separan un tema de otro, el ilustre y muy pendejísimo Viejo Fioca, paletó a cuadritos verdes y marengo pantalón sostenido a un jeme por debajo del ombligo...” Lo que se supone que es un minero está muy lejos de lo que se supone que es un escritor. Por ejemplo, “silicosis”: una enfermedad pulmonar que se produce por aspirar polvo de sílice y que suelen tener los mineros. Allí, la Reina Isabel es una prostituta: por alguna ironía del destino, Rivera Letelier recibe el premio el día de la muerte de la Reina Isabel de Inglaterra. Un vínculo tal vez algo idealizado entre esos hombres golpeados y cansados que beben cuando no trabajan y las prostitutas que viven alrededor, en una especie de campamento. Larga y huesuda, era también la que vestía de modo más extravagante. “La Gabriela Mistral”, le decían sus compañero, hombres de manos toscas de pelarle al salitre, como las del propio Rivera Letelier. Rivera Letelier se había hecho famoso por su novela La Reina Isabel cantaba rancheras, de 2009.
El escritor, que se refiere a sí mismo como un boxeador hijo de predicador, ganó en 2010 el XIII Premio Alfaguara de Novela por su obra "El arte de la ...
Toda mi obra se funda en torno a ese paisaje tan hostil y circunda a los hombres que lo conquistaron y a las hembras sin cuyo aporte social la conquista hubiera sido mucho más dura", había asegurado en ese momento. "El artista nace y no se hace, la obra se hace y no nace. Entre sus obras también se encuentran "El vendedor de pájaros", "La muerte es una vieja historia", "La muerte tiene olor a pachulí", "La muerte se desnuda en La Habana" y la más reciente "El secuestro de la hermana Tegualda", publicada en 2021.
El flamante Premio Nacional de Literatura habla con Culto sobre su obra. Reflexiona sobre cómo se tomaba las críticas a su trabajo, siempre desfavorables.
Al país que voy, me traigo una antología de poetas, y soy un convencido de que los poetas chilenos son los mejores de Hispanoamérica. Es más importante el cómo que el qué. Más que lo que cuento, lo que atrapa a los lectores es el cómo lo cuento. Yo iba por la mitad de la escritura de La reina Isabel cantaba rancheras, y me di cuenta que había novela, que la tenía pescada de la rueda, que no se me escapaba. Seguir escribiendo en busca de la obra maestra. Yo aprendí desde el principio que la criticas malas había que masticarlas, sacarle lo que hubiera de vitaminas y el resto escupirlas, porque si te las tragas, te envenenas. Escribió la obra maestra muy temprano y no pudo escribir el resto de su vida. Siempre he estado en eso, y he tenido suerte de no hacerla, porque el que la hace, a la siguiente muere o no puede escribir más, como le pasó a Juan Rulfo. Ese tinte regional y provinciano es el que finalmente le significó ganar el premio. Al otro lado de la pantalla estaba Julieta Brodsky, la ministra de las Culturas, quien le dio una noticia que lo dejó helado. La importancia de la poesía en su escritura y qué es lo que considera que le queda por hacer. Al escuchar a la secretaria de Estado, Rivera Letelier solo atinó a contestar: “¡Suácate!”.