En Navidad (y también en Año Nuevo), una de las comidas típicas de los chilenos son las papas duquesas, que sirven para acompañar pavo, carnes, ...
Horneé por 20 minutos más y disfrute en familia de esta exquisita preparación. “Si decides consumirlas porque son una tradición familiar, elabolarlas en casa, al horno y no excedas su consumo. “En estas fiestas generalmente comemos otros alimentos altamente calóricos, como bebidas gaseosas, alcohólicas, salsas con elevado contenido graso, productos de pastelería, snack, entre otros. Lorena Palma, nutricionista del Departamento de Salud Estudiantil de la Universidad Católica del Maule sede Curicó, habló con el portal de noticias de la UCM y entregó la clave: no más de 10 papas duquesas por persona. ¿Cuántas papas duquesas se deben comer por persona? ¿Cuántas papas duquesas se deben comer por persona en Navidad?
Leonardo Carrera Airola, académico de la Licenciatura en Historia explica novedosos aspectos sobre esta tradicional celebración a través de los años.
Agregó que “durante toda nuestra existencia republicana la Navidad ha sido una fiesta nacional, pero dinámica y no unívoca, ya que su carácter “sagrado” se ha secularizado, elocuente expresión, a nivel micro, del curso macro y general seguido por nuestra civilización cristiana occidental, si es que aún cabe concebirla y llamarla de ese modo”. Quien aproxima a la devoción mariana y a su acentuación durante esta fiesta es Alberto Blest Gana (1830-1920). Por ver tu hijito, en mi yegua, vengo de Pichidegua galopando en línea recta”. Como se puede apreciar, el tema central de esta procesión explica Carrera era la representación escénica del pesebre, la cual se montaba sobre la base de un realismo estético para que, de ese modo, no pareciese “artificio, sino cosa natural. Para la Iglesia lo anterior muchas veces daba pie a escándalo, de manera que esta práctica fue objeto de permanente moderación. “A modo general, la tradición navideña tenía un marcado sentido religioso.
Los festejos comenzaron durante la época colonial e inicialmente tenían un sentido religioso, los que fueron cambiando especialmente en el siglo XX.
Desde allí llegaron elementos que eran ajenos a nuestra realidad como Santa Claus -quien fue adaptado como el Viejito Pascuero- y el pino nevado, los que se impusieron especialmente en el siglo XX. Las cantoras y los huasos, por ejemplo, en sus villancicos sobre la Sagrada Familia, solían dirigirse a la Virgen llamándola familiarmente “Mariquita” o “Comaire María”. El padre Alonso de Ovalle (1603-1651) en su Histórica Relación del Reyno de Chile (1646) ofreció las primeras señales sobre las celebraciones navideñas en el territorio nacional. Carrera Airola explicó que “a modo general, la tradición navideña tenía un marcado sentido religioso. Con el correr de las décadas y de los siglos, lo que terminó cambiando fue el imaginario social detrás de la Navidad, la forma en que la sociedad piensa, vive y representa esta festividad. El autor narró con cierto detalle las procesiones que se efectuaban con motivo de esta festividad, específicamente aquellas que tenían lugar “el día de la Epifanía y Pascua de los Santos Reyes Magos”, oportunidad en la cual un conjunto de andas tenían la misión de transportar “todo el nacimiento de Nuestro Redentor”.