Florianopolis

¡Florianópolis se convierte en Venecia por un día!

Las intensas lluvias desatan inundaciones y caos en Brasil. ¿Qué está pasando en Florianópolis? Aquí te contamos todos los detalles y cómo los residentes enfrentan esta situación.

Florianópolis, la joya turística del sur de Brasil, se encuentra en medio de un verdadero caos tras las intensas lluvias que han azotado la región desde el jueves. Con más de 300mm de agua caída en un solo día, la ciudad ha sido testigo de inundaciones devastadoras, especialmente en áreas cercanas a los principales shoppings. Las calles se han transformado en ríos, y la infraestructura vial, particularmente en la famosa carretera BR-101, ha sufrido serios daños. Residentes y turistas quedan atónitos ante la magnitud del desastre natural, que ha generado evacuaciones y daños millonarios en la infraestructura local.

El alcalde Topazio Neto ha instado a los residentes a mantener la calma, a pesar del sombrío panorama. La situación en Florianópolis es alarmante; hay reportes de un muerto, cientos de autos sumergidos y barrios enteros sin electricidad. Mientras las autoridades evalúan los daños y proporcionan apoyo, muchos se encuentran atrapados en un laberinto de agua, donde los vehículos flotan como botes perdidos en un mar urbano.

La previsión de más lluvias ha aumentado la preocupación entre los habitantes de la región. Algunos ya hablan de la resiliencia de los florianopolitanos ante este tipo de desastres naturales, recordando que en el pasado han tenido que enfrentar situaciones similares. Sin embargo, esta vez, el impacto es considerable y ha dejado huellas en la memoria colectiva de la ciudad, que se esfuerza por mantenerse a flote, literalmente.

Las redes sociales y los medios de comunicación están difundiendo imágenes impactantes: autos flotando, calles anegadas y el dramático relato de un uruguayo que quedó atrapado en medio de la tormenta. Mientras el sol parece esconderse detrás de un manto de nubes grises, muchas voces se levantan para compartir no solo el sufrimiento, sino también la solidaridad que surge en estos momentos críticos. Entre la angustia, hay un llamado a la comunidad para unirse y ayudar a los que más lo necesitan.